Patricia Mir, historiadora: ‘La falta de mujeres en el arte nunca fue por un problema de talento’
- Ainara Gimeno
- 19 abr 2023
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 17 may 2023
Ainara Gimeno y Laia Meseguer. Castelló
Patricia Mir Soria es licenciada en Humanidades, historiadora especializada en estética e historia del arte, crítica de arte y comisaria independiente de exposiciones. Además, está inmersa en la docencia universitaria y la comunicación: colabora en medios de prensa, radio y televisión en Castelló. La historiadora nunca ha abandonado su interés en la investigación y ha publicado tres libros que abarcan temas empapados de historia, arte y cultura, como "Papers de la memòria".
Según Mir, la trayectoria de la mujer en el arte ha experimentado un cambio a lo largo de la historia: de ser representada por hombres, a ser artista y creadora. Las mujeres han estado relegadas a este papel de musa y se les ha impedido crear. La historiadora lo cuenta desde una perspectiva de género, de memoria y de revisionismo.
P: ¿Cómo ha sido el acceso de la mujer al mundo artístico?
R: La primera razón reside en el carácter gremial que tenía el arte. Por aquel entonces, se empezaba como aprendiz, y de aprendiz podías llegar a convertirte en maestro, en artista. Esta educación estaba completamente vetada a las mujeres. Posteriormente, en el siglo XIX, llega el academicismo y el auge de las escuelas. Y de nuevo, las mujeres no tienen acceso a estas academias al principio. No se les dejaba tratar los temas más trabajados en la época, como el cuerpo desnudo. Y se veían obligadas a pintar flores, o cosas menores. La falta de mujeres en el arte nunca fue por un problema de talento, sino por un tema de accesibilidad. Luego, llegan las vanguardias históricas, con movimientos como el surrealismo, el cubismo, el dadaísmo…movimientos con mucha más libertad, libertad que también experimentarán las mujeres, tanto en el acceso al arte como en la creación artística.
“La mujer no tiene libertad para crear,
para ser artista, hasta bien entrado el siglo XX”
P: ¿Cómo se ha representado a la mujer en el arte?
R: El hombre, como artista, en el contexto que tratamos, seguía representando a la mujer como un objeto. A partir del siglo XX, aparecerán mujeres que se revelarán ante esta situación, acompañadas del auge del pensamiento feminista. No fue hasta finales del siglo XX, casi entrando en el siglo XXI, cuando las mujeres por fin acceden a la educación artística profesional en facultades.
P: Es importante la revisión histórica con perspectiva de género?
R: La memoria y el revisionismo histórico son imprescindibles. Por ejemplo, la historia de Artemisia Gentileschi es un buen ejemplo de la necesidad de honrar el legado de las mujeres artistas que han creado obras que se han atribuido a otras personas. Artemisa era hija de Orazio Gentileschi, un pintor barroco italiano no tan talentoso como ella. Así, los trabajos de la artista han sido históricamente atribuidos a su padre. Ahora Artemisa es conocida en las aulas de Historia del Arte. De todas formas, son casos excepcionales, y no se empiezan a ver a mujeres artistas hasta el siglo XX, cuando empieza a facilitarse su acceso al arte y la creación.
P: Esta entrada de la mujer en el arte también responde al desarrollo del pensamiento feminista.
R: Exacto. La historia ha sido escrita por los hombres. Hasta que las mujeres no pueden acceder al mundo universitario, a la investigación, a la academia…todo estaba formado únicamente por hombres. Se interesaban y estudiaban aquello que les inquietaba a ellos. No respondían a las preguntas que se hacían las mujeres porque no les importaba. No les importaba, por ejemplo, cuál era el papel de la mujer en el medievo. Estas preguntas no se hacen ni se resuelven hasta la participación de las mujeres en las instituciones educativas y de investigación. Su presencia va a seguir creciendo de forma exponencial. Por supuesto, hay una laguna de información y de estudio por todo lo que no han hecho los hombres todo este tiempo, y eso lo tenemos que suplir las mujeres ahora.
P: ¿Cómo ves el panorama? ¿Tienes esperanzas en llegar a una igualdad real en el ámbito artístico?
R: Siguen teniendo un hándicap que es evidente y no podemos renunciar a ello porque sino la especie se extinguiría, y es que nosotras además somos madres. Muchas artistas que realizaron obras en diferentes épocas de la historia del arte lo dejaban porque llegaba el momento de ser madres. En esa época se tenía hijos a los 17 o 18 años y se dedicaban en cuerpo y alma a la crianza de los hijos. Hoy tenemos ese acceso universitario y al arte, pero en algún momento a la mujer le tocará decidir, al igual que otras mujeres en otras profesiones, si ser madre o volcarse al 100% en su carrera profesional. Esa tesitura no se la plantean los hombres, porque durante la gestación el cuerpo va a cambiar y vamos a tener que dedicar un tiempo a esa crianza y eso condiciona nuestra vida diaria temporalmente.
Ser madre parece incompatible con la vida bohemia de artista por el mundo. Las mujeres, por lo que percibo como crítica de arte, es que renuncian a ser madres o alargan este momento hasta casi los 40 para poder afianzar su carrera artística primero.
P: ¿Cuáles crees que son las principales barreras para las mujeres en el acceso al trabajo artístico?
R: Ahora ya no lo percibo en absoluto, se mira la calidad de la obra y no al creador. Por ejemplo Banksy, ni siquiera sabemos quién es, las teorías apuntan a que es un colectivo de varios artistas. Ya no importa el género ni la edad, esos condicionantes en el arte contemporáneo ya no preocupan.
P: ¿Crees que la mujer, aún hoy en día, tiene que esforzarse el doble que un hombre para llegar a su público?
R: Depende, el mundo del arte tiene muchas vertientes. Por ejemplo a una actriz se le exige mucho, su capacidad interpretativa y además lo físico. En el caso de una creadora plástica, una pintora o una escultora ya no es lo mismo, porque tú realizas un objeto que es el que habla independientemente de la firma. Si hablamos de creadoras desde ese punto de vista yo creo que ya no influye tanto, ahora bien, si hablamos de otras disciplinas como el cine yo entiendo que sí que sigue habiendo muchos condicionantes.

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