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Bailando en desigualdad

Actualizado: 17 may 2023

Nerea Ariza. València


Como cada 29 de abril, este año se ha celebrado El Día Mundial de la Danza, cuyo objetivo es celebrar la diversidad del baile en todo el mundo y fomentar la participación de este arte entre todo tipo de personas. Cada año se destaca un tema en particular dentro de la danza y la sociedad, este 2023 se ha elegido ‘La danza como herramienta para la inclusión y la cohesión social’.

"Bailando en desigualdad". Diseño de Nerea Ariza.

En un ámbito liderado por mujeres como es el de la danza, los hombres siguen acaparando los focos, dejando a las mujeres en situación de desventaja. A pesar de los avances en relación a la desigualdad, todavía existe una brecha entorno a las oportunidades y la representación en esta disciplina artística.


Desde una edad temprana las niñas son introducidas a este mundo artístico, comenzando desde muy pronto a conocer la disciplina y los sacrificios que este ámbito requiere. A medida que crecen, ven que tienen menos oportunidades laborales que los hombres, a pesar de su implicación. Están destinadas a papeles secundarios o a uno protagónico a repartir entre muchas más mujeres mujeres en comparación con los papeles protagónicos de hombres.


En muchas ocasiones, son obligadas a bajar su caché salarial haciendo que esa brecha salarial se vea aumentada. Este problema es causado por la exaltación de la figura del hombre en un ámbito en el que son minoría. Al contrario que en otras disciplinas en las que la mujer es minoría y le cuesta alcanzar un lugar responsable, como por ejemplo, el fútbol femenino. La danza exalta la valentía del hombre por practicar un arte supuestamente ‘femenino’.

A pesar de ser mayoría, la falta de representación de las mujeres en puestos de liderazgo es otra problemática a la que se enfrentan las bailarinas. Los puestos dirección de arte y coreográficos son mayoritariamente ocupados por hombres, a pesar de contar con mujeres completamente preparadas para el puesto. Esto se debe a las imposiciones patriarcales, que atribuye la autoridad a la figura masculina.


En esta cultura competitiva y tóxica, las mujeres son enfrentadas a expectativas físicas, muchas veces, poco realista. También, son juzgadas por su apariencia física en lugar de su talento. La imposición de unos cánones estéticos, que deben cumplir, acaba afectando a su salud mental. En muchas ocasiones acaba propiciando la salida de la bailarina de ese ámbito artístico que tanto le gusta.

Es fundamental reconocer el talento y valorar el trabajo de las mujeres bailarinas. De esta forma, se contribuye a promover la igualdad salarial, aumentar las oportunidades de liderazgo, fomentar la diversidad de cuerpos y proporcionar apoyo y recursos para ensalzar la figura de la mujer. Solo así, se se conseguirá un futuro igualitario en un un ámbito más del arte en España.


En esta cultura y tóxica, las mujeres son enfrentadas a expectativas físicas, muchas veces, poco realista. También, son juzgadas por su apariencia física en lugar de su talento. La imposición de unos

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